En Venezuela existen miles de sordos; que de acuerdo con el Instituto Nacional de Estadística (INE) para 2001, se contaban 33.996 personas con disfunción auditiva total. En Venezuela el Instituto Nacional de Prevención de salud y seguridad laborales (INPSASEL) publicó en el 2006 (su más reciente estadística) que las afecciones auditivas causadas por ruido ocuparon el quinto lugar de todas las enfermedades ocupacionales.
Dr. José Agustín Caraballo Arias
La sordera es la dificultad o la imposibilidad de usar el sentido del oído debido a una pérdida de la capacidad auditiva parcial (hipoacusia) o total (cofosis), y unilateral o bilateral. Se puede clasificar para fines prácticos en hipoacusia leve, moderada, severa y profunda, dependiendo del umbral auditivo registrado en la audiometría (promedio de tonos puros en dB HL).
A su vez podríamos dividir la hipoacusia en congénita y adquirida. Dentro de las congénitas es importante recalcar que pueden ser sindromáticas y no sindromáticas, siendo esta última las más frecuente, en donde se ha encontrado que la mutación del gen de la Conexina 26 corresponde a la gran mayoría de las causas de las hipoacusias congénitas no sindromáticas.
El tratamiento de la hipoacusia va a depender del espectro de la misma, que puede ir desde una simple ayuda auditiva como un audífono o un “softband” (banda que se coloca en la cabeza para transmitir y estimular la cóclea por vibración ósea y es usada en hipoacusias conductivas como en los casos de microtias-atresias) hasta el implante coclear, el cual es un dispositivo electrónico capaz de transformar la energía acústica del ambiente en estímulos eléctricos que se transmiten a la cóclea por medio de un electrodo que posteriormente viajan por el nervio auditivo a la corteza cerebral y genera una sensación auditiva.
En Venezuela existen miles de sordos; que de acuerdo con el Instituto Nacional de Estadística (INE) para 2001, se contaban 33.996 personas con disfunción auditiva total. Según el Instituto Nacional de Prevención de salud y seguridad laborales (INPSASEL) publicó en el 2006 (su más reciente estadística) que las afecciones auditivas causadas por ruido ocuparon el quinto lugar de todas las enfermedades ocupacionales. En el 2005 las estadísticas están incompletas. En el 2004 las afecciones auditivas causadas por ruido ocuparon el séptimo lugar . En el 2002 y 2003 la sordera ocupacional ocupó el segundo lugar.
Si bien lo más importante es la prevención, afortunadamente contamos ya en Venezuela con los profesionales capaces para intervenir la sordera y lograr resultados muy satisfactorios que cambian la vida del paciente y el entorno en el cual se desarrollan.
Dr. José Agustín Caraballo Arias